Hace tiempo que no hablaba de monstruos y por fin he encontrado a uno que me ha convencido para presentarlo aquí. Como véis a mi izquierda, más que miedo da un poco de pena el pobre, pero claro, una vez os explique el porque, seguro que le cogeréis mucho aprecio, y es que los monstruos grandes, por mucho que digan, también tienen derecho a llorar.Pero claro, intentad meteros en su piel, sois un monstruo grande y fuerte, y de repente aparece vuestro amigo el pequeño monstruo que todo lo hace bien, sabe dibujar, habla tan bien que no lo entendemos e incluso se ríe de nuestro padre cuando salta al agua porque dice que es "un poco raro".
Con esta explicación ya se entiende más la cara del monstruo grande. Pero veremos como incluso aquellos que parecen saberlo todo, a veces se encuentran con algun problema y el único que le puede ayudar, es el monstruo grande.Esta es la tierna historia que nos traen Áslaug Jónsdottir, Rakel Helmsdal y Kalle Güettler desde Islandia, un país del que no conocemos mucha literatura infantil, pero que parece que quiere instalarse con fuerza.
Lo podéis encontrar editado por Beascoa en un formato poco habitual, muy alto y estrecho, pero muy cómodo de leer. Seguro que recuperaréis la pasión por los monstruos.
