Cuentan que en la década de los años 30 del siglo XX, el presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt fundó la Work Progress Administration. Como parte de la asociación, nacieron las bibliotecas a caballo.
Este libro que os presento, nos relata la historia de una de estas bibliotecarias, que llegaba, hiciera el tiempo que hiciera a lo alto de una montaña donde vivía una familia entera con su protagonista, Cal, el hermano mediano, aunque el chico mayor que ayuda a su padre con los trabajos de la agricultura y que ni siquiera sabe leer. La llegada de la señora de los libros, y la pasión de su hermana por la lectura, haran que Cal empiece a cambiar sus intereses.
Escrito por Heather Henson, el libro narra la historia real de una de estas mujeres que sacrificaron tiempo y se jugaron la vida por llevar la lectura allí donde no había otra manera de llegar por el simple hecho de difundir la cultura entre sus ciudadanos.
Con un texto sencillo y unas ilustraciones al más puro estilo cómic creadas por David Small, el libro nos lleva a conocer la importancia de los libros y como estos pueden llegar a cambiar la vida de una persona.
Editado por la Editorial Juventud, lo podemos encontrar también en su versión en catalán, titulada La senyora dels llibres. Un buen libro para enseñar a los más pequeños y reacios a los libros, que estos pueden ser una buena manera de entretenerse y aprender.
Con un texto sencillo y unas ilustraciones al más puro estilo cómic creadas por David Small, el libro nos lleva a conocer la importancia de los libros y como estos pueden llegar a cambiar la vida de una persona.
Editado por la Editorial Juventud, lo podemos encontrar también en su versión en catalán, titulada La senyora dels llibres. Un buen libro para enseñar a los más pequeños y reacios a los libros, que estos pueden ser una buena manera de entretenerse y aprender.
2 comentarios:
Que bonita historia, me hace recordar a un señor que iba en burro con los libros hasta las veredas más alejadas de Colombia y estamos hablando de pleno siglo XXI!.
Tiene que ser bonita esa historia que cuentas del señor con el burro. Ya ves que tiene salida, a ver si te animas a escribirla ;)
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