Escuchando a... Roberto Innocenti e Ignasi Blanch

Estupefacto e impresionado me encuentro aún, sin palabras, intentando digerir toda la información que tuve que apuntar ayer en mi libreta de la que os ofrezco una parte para no colapsar el servidor.

Todo ello, por el honor que me supuso poder asistir a la charla que mantuvieron uno de nuestros ilustradores más populares, Ignasi Blanch (a la derecha en la imagen) y el ganador del Premio Andersen de Ilustración 2008, Roberto Innocenti, del que ya habíamos hablado en este mismo blog (ver enlace haciendo clic en su nombre).


La tarde empezó para mi a las 18:30 cuando me presenté en la Biblioteca Xavier Benguerel, donde se iba a dar el coloquio y aquello ya estaba lleno. A las 19 en punto pudimos entrar todos a la sala. Roberto e Ignasi ya estaban en la mesa.


La presentación corrió a cargo de Nati Calvo, aunque antes, pudimos disfrutar de la lectura de una de las obras de Roberto, Rosa Blanca en su versión original en italiano, una bella historia situada a finales de la segunda guerra mundial. Este inicio dejó a todo el mundo listo para que la charla fuera de lo más distendida tras un inicio impactante.

A conseguir este nivel ayudó mucho el hecho que ambos ilustradores vinieran desde la feria de ilustración de Alicante, ya se conocían y llevaban varios días charlando. Esto permitió a Ignasi poder hacer las preguntas justas y a Roberto deleitarnos con sus conocimientos (en italiano, eso si), pero que eran traducidos al momento.


Me quedo con algunas frases que me llamaron la atención en toda la charla:
"Cualquier oficio se aprende realizando ese oficio."
La explicación vino a cuenta de la pregunta sobre sus inicios, donde explicó que siempre le había gustado narrar historias con imágenes y así es como empezó. No de manera autodidacta, como dicen algunos, si no trabajando en el oficio, que es como realmente se aprende.
"En las ilustraciones para niños no hace falta simplificar las cosas, los niños lo captan todo igualmente."
Como se ha dicho muchas veces, los niños, son niños, pero no tontos y entienden lo que pasa a su alrededor aunque la interpretación no sea la misma que hagan los adultos. Tras esto, Ignasi Blanch se interesó por el uso del cine que hace Roberto para sus ilustraciones, a lo que este contestó:
"Del cine uso el objetivo, la manera de enfocar la imagen. De hecho, yo soy un director, pero además me encargo del cásting de personajes, del vestuario, de los decorados, la iluminación..."
Finalmente, se pasó a hablar del futuro de los ilustradores en general, pero especialmente en nuestro país, algo por lo que se preocupa Ignasi Blanch, profesor de ilustración en l’Escola de la Dona-Espai F.Bonnemaison de la Diputación de Barcelona. Roberto presentó un futuro lleno de esperanza para nuestros ilustradores, para pasar a darles un valioso consejo.
"Para empezar en el mundo de la ilustración infantil, los jóvenes de Cataluña y España estan en un buen sitio. En Itàlia este mundo se ha quedado estancado."
"Un consejo para los jóvenes ilustradores es que miren todo lo que se hace fuera de sus fronteras, que se enriquezcan de todo lo que viene de fuera."
Con estos consejos y pasadas las dos horas de charla, hubo un turno de preguntas para los asistentes que acabaron de aclarar algunas cosas de las que no se había hablado con anterioridad y que dejaron patente la necesidad que tiene Roberto Innocenti de seguir trabajando en papel por encima del ordenador del que dice ser muy útil para mantenerse en contacto desde cualquier parte del mundo, pero que no sirve de nada si no hay una imaginación que trabaje antes.


PARA SABER MÁS:
Página oficial de Roberto Innocenti
Página oficial de Ignasi Blanch

Malena Ballena --- Davide Cali y Sonja Bougaeva


Después de un largo parón, vuelvo con un libro que me ha llegado por sorpresa y que me ha llamado mucho la atención, ya que hace pocas entradas hablamos de un libro sobre una niña algo pasada de peso que tenía algunos problemas (Paula y la levedad del ser). Y este vuelve a tratar el mismo tema pero de manera diferente, cosa que los hace completamente complementarios.

En este caso, nos encontramos a Malena, una niña gordita de la que todos sus compañeros se ríen y la llaman Malena Ballena haciendo un juego de palabras con su nombre de pila. Los miércoles son su día de natación, pero ella intenta escabullirse rápidamente ya que no le gusta nada ese deporte, no le llama ninguno de sus estilos, pero lo que menos le gusta es lanzarse, ya que siempre provoca una ola a su alrededor que hace que sus compañeros le chillen "¡Malena Ballena!".

Un día, su monitor le dará uno de los mejores consejos que recibiría la niña "Somos lo que pensamos que somos". A partir de ese consejo, Malena empezará a pensar en qué se convierte en cada momento para superar sus problemas con la gente que le llama Ballena.

Al final, Malena solucionará su problema riéndose de él, después de superar sus miedos gracias a su monitor, que la animó en todo momento y que le dió un consejo que a muchos nos gustaría encontrar en diferentes situaciones.

El texto corre a cargo del magnífico Davide Cali, que no deja de sorprender libro tras libro y del que vale la pena seguir todo lo que escribe. Mientras, las ilustraciones, vienen de la mano de Sonja Bougaeva, una semi-desconocida en nuestro país, que debemos seguir con entusiasmo ya que su trabajo es realmente fantástico recreando la imaginación de Malena.

La edición corre a cargo de la editorial Libros del Zorro Rojo, que sigue haciendo un magnífico trabajo editando con mucho criterio. Podemos encontrar el secreto para que Malena deje de tener esos miedos y preocupaciones en todas las librerías. Os recomiendo echarle un ojo.